Wednesday, May 21, 2008

Firma de Boletas

Desde que empecé a darme cuenta de cómo era mi niño, las diferentes juntas en la escuela son para mi un motivo de angustia extrema, en especial la de firma de boletas... ese es el equivalente a mi propia película de terror.

Las angustias de ese día son palpables para todos, pero mi nene todavía espera milagros... En fin, hoy fue la dichosa firma. Su promedio se mantiene bastante estable (rondando el 8 de calificación promedio), pero aún así las quejas del maestro me dejan como siempre... desalentada, triste, preguntándome qué hago tan mal y si puede corregirse, si hay forma de mejorar, qué mas hago...es horrible.

A lo largo de nuestro transitar conjunto por las oscuras veredas del TDAH, una de las peores cosas es tener que aceptar el bastante deficiente desempeño escolar de mi niño. Y su comportamiento negativo y a veces hasta destructivo es algo con lo que tenemos que aprender a vivir. Y el problema se agudiza porque nuestros queridos maestros de estos tiempo no tienen ni el deseo ni el conocimiento suficiente para tratar con estos niños.

Debo reconocer que su maestro actual le está echando ganas, ha seguido los consejos de la psicóloga y se nota que le interesa el chamaco, pero aún así, el ambiente y lo que lo rodea no le favorece de ninguna manera. Ahorita mi tristeza se debe a que el maestro me dijo que el niño juega mucho a lastimar a sus compañeros y además anda diciendo palabrotas.

Para nosotros, padres cristianos, eso es el equivalente al fracaso total de nuestros esfuerzos por educar al niño. Como alguna vez lo dije, no encuentro como penetrar su corazoncito ni su mente.

Que dificil es tener un hijo así... de verdad que nos hace reevaluarnos todo el tiempo. Siempre estar trabajando con la idea de que no va a demostrar todo su potencial en la escuela, de que nunca va a destacar en ese aspecto, luchar contra las etiquetas que le imponen, luchar contra él mismo y contra mis propias ganas de claudicar.

Pero tengo que seguir...