Renuncias

Las renuncias son algo muy difícil de manejar. Normalmente renuncias a algo que de alguna forma te lastima, pero aun así, no es fácil manejarlo.

Muchas veces la renuncia obedece a un deseo de mejorar ese algo que nos molesta o lastima, a veces es porque ya no podemos más con la situación, a veces porque no nos queda de otra (el típico "ya que"), pero cada una de esas modalidades lleva implícitas muchas otras cosas. Lleva consigo muchas pérdidas (de hecho) y muchas esperanzas (a futuro).

Pero si la renuncia es a futuro para obtener algo en presente, es peor aun, porque estamos renunciando a esperanzas y sueños que teníamos para poder corregir o arreglar algo en presente. Y aquí el riesgo es perder para siempre nuestro futuro. Así empiezan nuestras vidas a perder su color, su ilusión y su futuro. Si no tenemos la capacidad de recuperar el futuro, el presente se lo comerá.

Que difícil es esto, el dolor que ocasionan este tipo de situaciones es tanto que a veces eso es lo que bloquea el ánimo de salir adelante y es lo que paraliza al espíritu. Dejamos de soñar, dejamos de creer y dejamos de sentir... y así nos volvemos seres grises sin más futuro que el presente... a veces es más cómodo, la ley del menor esfuerzo, pero definitivamente nuestro espíritu no es gris, así que no tenemos porque dejar que se pinte de ese color.

Lamentaciones

El libro de las Lamentaciones de Jeremías es de los menos leídos, tal vez porque a nadie nos gusta recordar o que nos recuerden las cosas tristes. El otro día, leyendo mi devocional diario, me topé con que el pasaje del día se encontraba en este "terrible" libro... me puse a buscar el pasaje, que se encuentra en el capítulo 5..Oh Dios... es como una descripción de lo que me está pasando, pero en medio de tanta tristeza, hay tres promesas clave: del versículo 19 al 26, del 31 al 33 y finalmente del 55 al 57, que fue el que maas me impactó y que dice "Jehová, tu nombre invoqué desde la cárcel profunda, y oiste mi voz. ¡No escondas tu oido del clamor de mis suspiros!, pues te acercaste el día que te invoqué y dijiste: "No temas".

"No temas", me estoy muriendo de miedo porque ya no se ni cómo vivir, pero esto me dice Dios. "No temas"... nunca me he considerado cobarde, pero ahora sí, tengo tanto miedo del presente y del futuro. "No temas" Dios me está diciendo que no tenga miedo, y por primera vez en toda mi vida no sé como hacerle caso... "No temas", "No temas", "No temas"...

Hoy no se que hacer, solo se que debo hacer algo.

Esta confusión se deriva que durante toda mi vida de casada he vivido y trabajado al lado de mi esposo, y al terminar el trabajo me he dedicado a mis hijos.

Ahora que las cosas han cambiado tanto, mi esposo va a trabajar en otro sitio medio día, y posteriormente vendrá a seguir trabajando aquí, pero debe dividir su tiempo entre su tesis de maestría, sus nuevas obligaciones y los nuevos proyectos de nuestra empresa, en los que yo no tengo participación directa.

Este giro de la vida me lleva a preguntarme ¿quién soy en realidad? Durante mucho tiempo lo tuve bastante claro, pero de un tiempo para acá no lo sé... soy la esposa de, y la mamá de, pero no sé quien soy yo.

Acabo de descubrir que ya no me conozco, no se que me gusta, mi personalidad se ha ido diluyendo, y ahora sin mi esposo en el trabajo, estoy como perdida en la inmensidad.

Tengo temor de que me termine de diluir y no pueda mantenerme a la altura de los nuevos retos que tenemos enfrente. Tengo miedo de estar convirtiéndome en mi fantasma.

¿Podré mantenerme en el camino? No lo se...

Hace un mes

Hace un mes mi vida cambió... a estas horas hace un mes mi futuro era absolutamente desolador y sentía que todo lo que tenía significado para mí iba a desvanecerse en el futuro sin futuro que me esperaba...

Hace un mes yo lloraba una pérdida y lloraba una presencia, ahora, esa presencia que tanto daño nos causó ya no está más... en 15 minutos Dios me mostró que su misericordia es más grande que cualquier cosa que puedo imaginar, aun ahora después de tantos años de vivirla...

Hace un mes yo ya no tenía vida, ni presente, ni futuro... hoy lo tengo, y todavía estoy tan aturdida que no sé para qué lo voy a utilizar, solamente sé que mi vida anterior terminó de una forma bastante estrepitosa y que a partir de ahora, tengo que vivir algo que no se hacia donde me llevará, pero sé que iré de la mano de Dios y ya no tengo miedo.

Sí me inquieta, no lo negaré, pero por primera vez en mucho años veo delante de mi un mar con posibilidades infinitas... y quiero vivirlas todas.

Hace un mes Dios me escuchó y tuvo misericordia de mí.

Hace un mes Dios me habló y me dijo que me ama y que está a mi lado.

Hace un mes....... adios, hasta la eternidad.