Hoy pensé en tí y no puedo evitar una lágrima en mis ojos. Te he extrañado tanto y, a pesar de los años, sigues ocupando un lugar muy especial en mi corazón.Te fuiste y a partir de entonces siempre te tengo presente. Cuando veo a los que dejaste aquí, recuerdo todo lo que vivimos juntas... nuestros amores y desamores, nuestros planes, nuestras tristezas y nuestros logros... cada que paso por la biblioteca me acuerdo de tu tesis, cada que veo a tus sobrinos recuerdo tantas cosas. Ya tu casa de campo tampoco está, pero ahí te sentía y te recordaba con cada árbol, cada cosa, la vista...
Estoy viendo crecer a los tuyos, los que conociste y los que no, y siempre te mando un saludo a donde estés.
Hoy pensé en tí y en la bendición que fue conocerte.
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