He muerto varias veces en mi vida, todas han sido dolorosas y de cada una me cuesta más trabajo volver a vivir. La primera vez fue cuando tuve mi encuentro con Cristo a los 14 años (ahí conocí la mano de Dios). La segunda fue con la propia muerte de mi abuelita tan querida, Tita. Tenía escasos 20 años. Me levanté y seguí, hasta la siguiente, cuando reviví en San Antonio. La última y la que más me había dolido desde mi abuelita fué la muerte de mi amiga-hermana Rocío.
Ahora me siento como muerta en vida una vez más, y como siempre está la incertidumbre, el dolor, la tristeza,la angustia profunda. ¿Y qué va a suceder? ¿Hasta cuando Señor?.
El tiempo va pasando, todas las cosas llegan tarde o temprano. Se acerca la boda; mi hermano ya regresó a Estados Unidos con una nueva visión del mundo; yo ya no creo casi nada. De verdad a veces me siento muerta en vida, no se cómo volver a creer, volver a vivir, no ser solo una extensión de... ahora entiendo a Peter Pan. Solo puedo pedir fuerzas para seguir.
Una de las personas que más quiero está por iniciar su nueva vida, y quiero estar para verla y para acompañarla. Espero tener la fuerza y la sabiduría para hacerlo.
Pero la vida duele.. me duele, y mucho.
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